Como don sobrenatural nos permite conocer cosas futuras bajo la inspiración del Dios altísimo, o señalar predicciones como regalo divino.
En la mayoría de los casos Dios revela a la humanidad su verdad para que enmiende su errado caminar, obrar y proceder; o da a conocer eventos que vendrán a las vidas, ciudad o país. Nos proyecta a entender por su intermedio el porvenir, inspira el tiempo presente, proyecta precedentes bíblicos, el uso de eventos proféticos que recogen las Sagradas Escrituras compiladas en el Antiguo Testamento, escritas por profetas universales como Daniel, Isaías, Jeremías, Ezequiel, entre otros.
El Señor Jesús cumplió claramente el papel de profeta como vocero de Dios. Se llamó profeta a si mismo. (Ref. Marcos 6:4; Lucas 4:24-27)
